Los implicados de la operación Camaleón lograron crear una red de espionaje en los semáforos , mediante la cual tuvieron acceso a datos personales de ciudadanos e información confidencial, esto según las imputaciones presentadas por el Ministerio Público en el expediente de solicitud de medida de coerción.
De acuerdo con el expediente, la red semafórica del Gran Santo Domingo se utilizaba para espionaje y ciberataques.
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La investigación del Ministerio Público establece que Hugo Beras, exdiractor del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), habría concertado con Jochi Gómez la obtención de una red de radiocomunicación privada. Esta utilizaría frecuencias atribuidas al servicio fijo en la banda de 2.300 MHz.
Indica que este llegó a solicitar formalmente al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) el uso de este espectro bajo la excusa de mejorar las comunicaciones en la red semafórica. Argumento que de acuerdo con el órgano acusador fue solo una fachada. Alegadamente, el propósito real era que la red pudiera interceptar o capturar señales de comunicaciones cercanas que utilicen la misma frecuencia.
Aunque el permiso no se lo otorgó el órgano regulador, el documento señala que la empresa comenzó a hacer uso del espectro radioeléctrico desde el Centro de Control del Intrant
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Es así como alegadamente Jochi Gómez podía interceptar llamadas telefónicas, transmisiones de video, datos de navegación por internet y mensajes de texto. Este tipo de tecnología no solo le permitiría acceder a información confidencial, sino también manipular las comunicaciones de empresas, ciudadanos y redes gubernamentales.
Contrato con el Ministerio de Defensa
La presunta red también logró un contrato “ilegal» con el Ministerio de Defensa en junio de 2020. El acuerdo le permitía acceder a informaciones sensibles del Estado e ingresar al país equipos propios de las agencias de inteligencia o de seguridad nacional.
El convenio alegadamente se suscribió bajo la gestión de Rubén Darío Paulino Sem con la empresa Aurix propiedad de Jochi Gómez. Era para servicios de asesoría en materia de ciberseguridad.