Kim Kardashian está buscando respuestas sobre cómo su salud mental se ha visto afectada por su trauma anterior.
Mientras se sinceraba con su hermana Khloé Kardashian sobre ir a terapia en el episodio del 18 de julio de The Kardashians , Kim, de 43 años, compartió que ha tenido momentos decisivos con su salud mental y profundizó en cómo el robo de París de 2016 en el que estuvo involucrada dejó profundas cicatrices en su psique.
"[Mi terapeuta] me dijo: 'Crees que la calma es tu superpoder. Creo que estás tan desensibilizada al trauma que literalmente estás congelada en la lucha o la huida'", recordó. "Entonces me dijo: 'Una vez en la vida sucedió algo y mantuviste la calma, y eso te funcionó. Así que siempre elegirás la calma'".
Después de escuchar su historia, Khloé, de 40 años, sugirió que el robo de París podría ser el trauma detrás de su tendencia a permanecer tranquila.
"Antes no estabas tranquila. Kim, eras una lunática", explicó, recordando cómo Kim se ponía nerviosa por cosas pequeñas, como que alguien le tocara la ropa. "Te tranquilizaste".
"Nunca estuviste tranquila cuando eras adolescente, cuando tenías 20 años", continuó Khloé. "Llorabas por todo. Eras una malcriada. Tenías rabietas. Todo se detuvo después de que te robaron, porque mantuviste la calma en esa situación e incluso dijiste: 'Mi tranquilidad es lo que me mantuvo viva'".
"Ahí fue cuando empezó todo. No hace falta ser un maldito detective para darse cuenta", añadió.
En una conversación privada con cámaras, Kim reflexionó sobre los acontecimientos de su robo y cómo el traumático incidente la ha afectado hoy.
"Quiero decir, imagínate que te están apuntando con una pistola a la cabeza, atándote, arrastrándote por una habitación de hotel, y el tipo, recuerdo que me dijo: 'Mantén la calma y vivirás'. Y eso hice", dijo.
"Me resultó muy útil en ese momento y creo que me salvó la vida", reflexionó. "Pero creo que dejé que se calmara demasiado y la gente se aprovechara de mi tranquilidad, o simplemente me estoy convirtiendo en un robot sin emociones".
